28 de julio de 2009

Dejarte no fue fácil para que hoy vuelvas a mí con cara de inocente y esa voz de yo no fui. Mirá que adentro mío hay un deseo de venganza, de hacer pagar tus culpas y dejarte sin fianza. Pensar que ya no puedo ni adorarte como antes porque estoy ocupado en culparte. Quisiera encerrarte y no dejarte salir más mostrarle a los demás el dolor que me causas.

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